Pensad en la vetusta ventana y contraventana de la casa familiar. A simple vista no es más que un trozo de madera olvidada a la intemperie. Nuestro instinto nos dice que hay algo más; tras esa apariencia pobre y sucia se encuentra el "alma" de un estupendo marco rústico en el que, gracias a la combinación del noble material con el moderno passe-partout, mostramos fotos de nuestros seres queridos presidiendo el salón de la casa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario